Bosnia

Apenas una hora después de haber entrado a Bosnia, llegué al Cementerio-Memorial de Srebrenica-Potočari, ubicado frente a el cuartel de los Cascos Azules holandeses, que poco hicieron para evitar el genocidio. El 11 de julio de 1995, más de 8000 musulmanes (todos ellos varones, de todas las edades) fueron asesinados por unidades del VRS (ejército de la República Srpska), para luego ser enterrados en fosas comunes. En ocasiones, los cadáveres fueron cambiados de fosas para intentar no dejar rastros. Pueden ver más información en la web del ICTY. Esa noche dormí en un hostel en Srebrenica. La ciudad está en un valle muy estrecho, lo que facilitó el sitio de la ciudad durante la guerra.

Al día siguiente subí las montañas, me encontré con campos minados (y soldados bosnios trabajando para desactivarlos) y a media tarde, regresé a Serbia para visitar Tara y Mokra Gora (ya comentados en la entrada anterior). Poco después, volvía a entrar a Bosnia para visitar la histórica ciudad de Višegrad. A esta gente se le ocurrió separar las ciudades importantes con muchas montañas, así que no me quedó otra que subir, bajar, subir y así, dos días después, llegué a Sarajevo, en donde me quedé cuatro días. Me gustó mucho la ciudad, su gente, su parte otomana y austro-húngara y en donde pude conocer un poco más de su historia reciente: como dicen ellos, allí empezó y terminó el siglo XX, entre Gavrilo Princip y la guerra de los Balcanes.

Mi próxima ciudad importante fue Mostar, a la que llegué en dos días. El casco antiguo de la ciudad, incluido el puente fueron destruidos durante la última guerra pero han sido reconstruidos fielmente. La ciudad es muy turística y funciona como un spin-off de Dubrovnik, ya que de allí llegan infinidad de turistas. Impacta todo; el puente, el color del río, las calles antiguas, los palacios otomanos, la recorrí una y otra vez. Al salir de Mostar en dirección a Montenegro, la ruta me llevó por Ljubinje y Trebinje, en donde hice noche en ambas. La segunda es más turística, con un pequeño casco antiguo, su río y su puente con arcos. A partir de allí, la última subida en Bosnia hasta dar con la frontera como siempre, en la cumbre de la montaña.